Polinesia Francesa, con una población de 306,279 personas, ocupa el puesto 167 en el mundo, justo detrás de Vanuatu. Ubicada en el océano Pacífico Sur, tiene una superficie total de 3,471 kilómetros cuadrados, ocupando el puesto 159 a nivel global, por debajo de Cabo Verde.
La situación económica de Polinesia Francesa en 2022 es relativamente estable, con un PIB de $5,814 millones, lo que la coloca en el puesto 153 a nivel mundial. Está detrás de Maldivas, que tiene un PIB de $6,171 millones. En términos de PIB per cápita, Polinesia Francesa tiene un promedio de $18,985, ocupando el puesto 54 en el mundo, detrás de Trinidad y Tobago, que tiene un PIB per cápita de $19,629.
La economía de Polinesia Francesa muestra potencial para el crecimiento y desarrollo en los próximos años. Esto se debe a su belleza natural, que atrae el turismo, y a la posibilidad de diversificar su economía más allá de la agricultura y la pesca. El turismo, en particular, puede ser un motor importante para mejorar el PIB y el bienestar de sus habitantes.
¿Cuáles son las actividades económicas de la Polinesia Francesa?
- Actividades primarias: 2,5% del PIB.
- Actividades secundarias: 13% del PIB.
- Actividades terciarias: 84,5% del PIB.
Sector Primario de la Polinesia Francesa
El sector primario en Polinesia Francesa, con su clima tropical y recursos naturales diversos, se centra principalmente en actividades agrícolas. Este sector ocupa el 13,97% de la tierra y los principales productos agrícolas del país incluyen cocos, frutas, verduras de raíz, piñas, huevos, yuca, caña de azúcar, frutas tropicales, sandías y tomates.
A pesar de que la agricultura solo contribuye con el 2,5% al PIB, juega un papel vital en la economía del país al proporcionar una variedad de cultivos y productos animales esenciales para el consumo local y la exportación. La importancia de este sector radica en la diversidad de productos que ofrece, lo que muestra el rico potencial agrícola de Polinesia Francesa.
La diversidad geológica de Polinesia Francesa, que va desde bosques exuberantes hasta una abundante vida marina, proporciona una rica variedad de recursos naturales. La madera, el pescado, el cobalto y la energía hidroeléctrica son activos clave que impulsan la economía, apoyando industrias como la silvicultura, la pesca, la minería y la producción de energía.
Sector Secundario de la Polinesia Francesa
¿Qué es el sector secundario o qué son las actividades secundarias?
El sector secundario incluye las industrias que transforman materias primas de actividades primarias en productos terminados para el consumo. En la Polinesia Francesa, los principales productos industriales son el procesamiento agrícola, la artesanía y los fosfatos. Estos productos se fabrican tanto para el consumo interno como para la exportación, lo que contribuye al crecimiento y desarrollo económico del país.
Las manufacturas desempeñan un papel crucial en las exportaciones totales de la Polinesia Francesa, representando el 68% en 2023. Esto resalta la importancia del sector manufacturero en el impulso del crecimiento económico y las actividades comerciales del país.
Sector terciario de la Polinesia Francesa
¿Qué es el sector terciario o qué son las actividades terciarias?
El sector terciario en la Polinesia Francesa incluye servicios donde las personas ofrecen su experiencia y tiempo para aumentar la productividad y satisfacer necesidades. Las actividades clave son la atención médica, la educación, la banca, el turismo, el transporte y las telecomunicaciones. Estos servicios contribuyen de manera significativa a la economía al ofrecer bienes intangibles como conocimiento, asesoría y experiencias.
Un ejemplo importante de la actividad terciaria en la Polinesia Francesa es el turismo, que tiene un papel fundamental en su economía. Con 300 mil llegadas anuales, que son casi el doble de su población, esta industria se desarrolla. Los destinos más populares incluyen Bora Bora, famosa por sus bungalows sobre el agua, y la isla volcánica de Moorea, conocida por sus paisajes impresionantes y su vida marina.
Otro ejemplo de actividad económica terciaria es el sector de telefonía móvil, que cuenta con aproximadamente 328 mil suscripciones. Esto apoya el crecimiento tecnológico y mejora la comunicación, lo que a su vez fomenta la innovación y los servicios digitales. La conectividad es esencial para el desarrollo de nuevos servicios en la región.
Comercio internacional de la Polinesia Francesa
Actividades de importación de la Polinesia Francesa
Las actividades de importación en la Polinesia Francesa son muy importantes, representando el 46,13% del PIB. En 2023, el total de importaciones alcanzó los 2,3 mil millones de dólares. Esto muestra cuán dependiente es la economía local de los productos que vienen de otros países.
La Polinesia Francesa importa una variedad de bienes, como petróleo refinado, automóviles, medicamentos envasados, carne de res y productos de plástico. Estos productos son esenciales para la vida diaria y el desarrollo de la región. La diversidad de importaciones refleja las necesidades de la población y la economía.
Los principales socios comerciales en las importaciones son Francia, China, Estados Unidos, Corea del Sur y Nueva Zelanda. Francia es el mayor contribuyente, representando el 30% de las importaciones. Esto indica la fuerte relación comercial que la Polinesia Francesa tiene con Francia y cómo influye en su economía.
Actividades exportadoras de la Polinesia Francesa
En 2023, las exportaciones totales de Polinesia Francesa alcanzaron los 244 millones de dólares. Estas exportaciones representan el 21.09% de su Producto Interno Bruto (PIB), lo que indica un nivel medio de importancia en el impulso del crecimiento y la estabilidad económica del país.
Polinesia Francesa exporta principalmente perlas, pescado, piezas de aviones, aceite de coco y accesorios eléctricos. Estos productos son clave para su economía y muestran la diversidad de sus recursos naturales y manufacturados.
Los principales socios comerciales de Polinesia Francesa son Francia, Estados Unidos, Hong Kong, Japón y los Países Bajos. Cada uno de estos países representa una parte significativa del comercio de exportación, lo que resalta la importancia de estas relaciones comerciales para el desarrollo económico de la región.
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